El calzado barefoot, también conocido como calzado minimalista, permite que tus pies se muevan de forma natural. Te dan la sensación de estar caminando descalzo y al mismo tiempo protegen tus pies de lesiones o suciedad. El calzado convencional puede ser puntiagudo con una suela gruesa y rígida y con un talón elevado. El uso diario de este tipo de calzado puede generar problemas de salud.
Al fortalecer nuestros pies mediante el entrenamiento y el uso de calzado barefoot (o andando descalzos) puede mejorar nuestra postura y prevenir dolores y lesiones. Para muchas personas, el calzado minimalista otorga alivio y una mejora a largo plazo para algunos problemas existentes.
1. Movimiento Natural
El calzado barefoot permite que tus pies se muevan como si estuvieras descalzo. Esto fortalece los músculos y promueve una mejor postura y mayor equilibrio.
2. Diseño Anatómico
Con una forma que imita la anatomía del pie, el calzado barefoot ofrece espacio suficiente para los dedos. Esto evita la compresión y deformación que pueden causar dolor y problemas a largo plazo.
3. Suela sin elevación (Zero-drop)
Nuestro cuerpo evolucionó por cientos de miles de años para erguirse perpendicular al piso sin ninguna elevación. Los tacos y elevaciones suelen promover dolores de espalda y molestias en las articulaciones.
4. Retroalimentación Sensorial
Sentir el suelo bajo tus pies no solo mejora tu equilibrio, sino que también permite que los pies brinden información de dónde estás parado a través de los nervios a tu cerebro. Este mecanismo reduce el riesgo de lesiones.
5. Ligereza y Flexibilidad
Construido para la libertad de movimiento, el calzado barefoot es ligero y flexible. Esta característica elimina la fatiga y la tensión muscular asociada con el calzado convencional.
Usar calzado barefoot es entrar en sintonía con la naturaleza y tu propio cuerpo, liberar tu movimiento y mejorar tu bienestar general.