El calzado barefoot, también conocido como calzado minimalista, permite que tus pies se muevan de forma natural. Te dan la sensación de estar caminando descalzo y al mismo tiempo protegen tus pies de lesiones o suciedad. El calzado convencional puede ser puntiagudo con una suela gruesa y rígida y con un talón elevado. El uso diario de este tipo de calzado puede generar problemas de salud.
Al fortalecer nuestros pies mediante el entrenamiento y el uso de calzado barefoot (o andando descalzos) puede mejorar nuestra postura y prevenir dolores y lesiones. Para muchas personas, el calzado minimalista otorga alivio y una mejora a largo plazo para algunos problemas existentes.
El calzado barefoot permite que tus pies se muevan como si estuvieras descalzo. Esto fortalece los músculos y promueve una mejor postura y mayor equilibrio.
Con una forma que imita la anatomía del pie, el calzado barefoot ofrece espacio suficiente para los dedos. Esto evita la compresión y deformación que pueden causar dolor y problemas a largo plazo.
Nuestro cuerpo evolucionó por cientos de miles de años para erguirse perpendicular al piso sin ninguna elevación. Los tacos y elevaciones suelen promover dolores de espalda y molestias en las articulaciones.
Sentir el suelo bajo tus pies no solo mejora tu equilibrio, sino que también permite que los pies brinden información de dónde estás parado a través de los nervios a tu cerebro. Este mecanismo reduce el riesgo de lesiones.
Construido para la libertad de movimiento, el calzado barefoot es ligero y flexible. Esta característica elimina la fatiga y la tensión muscular asociada con el calzado convencional.
Usar calzado barefoot es entrar en sintonía con la naturaleza y tu propio cuerpo, liberar tu movimiento y mejorar tu bienestar general.